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Día del Niño ¿El marketing de la infantilización?

Las celebraciones específicas a edades, géneros o incluso profesiones siempre ha significado un reconocimiento o conmemoración para recordar que durante 1 día al año se puede generar gran cantidad de contenidos alrededor de ese evento y por consecuencia con sus respectivas ganancias.

El Día del Niño es una de las más fructíferas para la industria de los juguetes esto sin llegar a los niveles de Navidad. Es por eso que el día en sí es digno de análisis para encontrar las variantes verdaderas de valor en la sociedad y en le mercado capitalista.

Aunque es mundialmente celebrado el 20 de Noviembre, en México se conmemora el 30 de Abril desde que en 1924 el presidente Álvaro Obregón y el entonces Ministro de Educación Pública José Vasconcelos lo señalaron. El fin de la fecha y celebración fue la de reafirmar los derechos de los niños y crear una infancia feliz para un desarrollo pleno e integral como ser humano y además de que en nuestro país esa fecha ya estaba apartada por la Revolución Mexicana.

Según las estimaciones de la CONCANACO, la derrama económica en el país con el Día del Niño del 2023 fue de 28 mil 500 millones de pesos. Esta generación de beneficios económicos hace que sea muy atractiva para los mercados especializados en el segmento infantil y para los que no, para que sean “infantilizados” para entrar en la tendencia y lograr uno que otro incremento en las ventas habituales.

Aunque uno pensaría que son los juguetes los mayores beneficiados o incluso los espacios de esparcimiento con maquinas como antiguamente se le conocía a Moy, es justamente el reemplazo de este último negocio y la razón de su muerte la que más vende durante este día: los videojuegos. 

De acuerdo a Forbes México, los celulares, consolas de videojuegos, tabletas y demás son los que mayor ventas genera. Incluso el año pasado, la cifra alcanzó niveles no vistos desde hace más de 3 años a nivel nacional durante esta temporada.

Ahora si lo dividimos por negocios y no productos, los más beneficiados por la derrama en orden es el siguiente:

  1. Jugueterías, tiendas y departamentos de electrónica. 
  2. Restaurantes y lugares de esparcimiento.
  3. Comercios de ropa y calzado.
  4. Dulcerías.

Estas 4 categorías de negocios abarca lo que significa realmente el Día del Niño en términos mercadológicos. 

Ahora, si fuera decisión de los propios niños recibir lo que a ellos les gustaría hay un porcentaje muy interesante y alto en el que los juguetes sigue siendo el 40% de los niños elegiría juguetes. Le sigue con 31% la compra de snacks, el 28% chocolates y dulces y el 24% pan y galletas. 

Estos números en alimentos es gracias a que según un estudio de alimentación infantil en México, el consumo alimenticio de los niños en nuestro país consiste en: golosinas (55%), jugos envasados (52%) y frituras (48%). Esta encuesta, también realizada a los padres de familia mexicanos, mencionan que casi la mitad (44%) dijo que su hijo(a) compra alimentos y/o bebidas al salir de la escuela. Principalmente, golosinas (26%) y frituras (22%).

Profundizando en los padres de familia, en promedio y de acuerdo con expertos, se estima que el gasto que realizan las madres y padres en la compra de regalos, oscila entre los 500 y 2 mil pesos, ya que depende del tipo de juguetes, videojuegos, entre otras cosas.

¿Es entonces una celebración del niño o del marketing? ¿Es más un ejercicio mercadológico y capitalista que una celebración a la infancia? Hay cuestiones que con esta data nos hace pensar que el día es más un gasto para el padre de familia ya que que el beneficio es intangible, esporádico, inmediato y caro. ¿Cuándo el Día del Niño se convirtió en una compra más que en una celebración sobre la inocencia y felicidad que contagian los más pequeños?

No hay mayor ejemplo de análisis sobre el marketing de la infantilización de los medios y la cultura popular que el engrane emocional más fuerte de los últimos tiempos en el entretenimiento y la publicidad: la nostalgia.

Utilizar la nostalgia para vender es algo que en los últimos años ha generado grandes ganancias para las empresas que no necesariamente venden coas infantiles o para niños sino que refuerza y promociona al adulto joven una visión más “sencilla” sobre la vida. En la que muchas veces utiliza estos elementos para crear un “retorno emocional” a otra época más infantil. Esa añoranza de la infancia es aun fenómeno que utilizado de buena manera puede ser la clave para vender durante este Día del Niño.

 Al final, es inevitable el no utilizar algo de este día para un beneficio económico. Pero les pongo sobre la mesa un diferente punto de partida. Más allá de las fotos de niños que subamos y más allá de esa nostalgia, pongámonos a pensar en la infancia de nuestros proyectos, nuestras marcas y negocios. ¿Cómo se veía todo en eso en su infancia? Ver como crecimos y maduramos es también parte de este Día del Niño.

Miguel Barragán
Licenciado en Ciencias y Técnicas de la Comunicación con experiencia en producción audiovisual, marketing y publicidad. Cinéfilo apasionado, lector constante, geek de corazón y escritor entusiasta. No podemos elegir los tiempos en los que vivimos sino decidir qué hacer con el tiempo que se nos ha dado.

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